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Peter Pan y Paco Taibo II nos cuidan los sueños

Peter Pan y Paco Taibo II nos cuidan los sueños

No hay lectura inocente es la primera oración que leí del autor más importante de mi vida adulta. 

No hay lectura inocente. 

No era una novela. Era una biografía y su primera línea era esa: no hay lectura inocente. Qué manera corajuda de empezar un libro, pensé asombrado, y seguí leyendo a Paco Taibo II. Una treintena de páginas después, el asombro no paraba de crecer.  Era, recuerdo, el año 2001. 

Quién era ese tipo que lograba eso que yo, que hacía mis primeras armas como escritor, buscaba con avidez: condensar precisión narrativa y pericia técnica con una rabiosa, furibunda pasión.

Entonces fui a la solapa. 

Leí: Paco Ignacio Taibo II. 

Leí: creador de la Semana Negra de Gijón. 

Leí: escritor de novelas policiales. 

Tengo que buscar los libros de Paco Taibo II, me dije. Si escribe así cuando historiza, ¿qué no será capaz de hacer narrando ficción criminal?

Cuánta razón tenía.

Unos meses después conseguí uno de los libros de la serie Belascoarán de novela policial, ese detective defeño y universal, tuerto y enamorado de una muchacha fantasmal con el pelo atado en una cola de caballo. Después llegarían otros libros de historia; las dos novelas del cuarteto compuesto por el periodista Pioquinto Manterola, el licenciado Verdugo, el chino anarcosindicalista Tomás Wong y el poeta Fermín Valencia; La vida misma, en la que aparece por primera vez el escritor José Daniel Fierro, personaje que, años después, Paco Taibo II me prestaría para una de mis novelas. Pero fueron sus novelas río, esas desmesuras de historias múltiples y torrentosas —Cuatro manos, La bicicleta de Leonardo— las que cambiarían para siempre mi forma de leer y de escribir. 

Tengo que buscar los libros de Paco Taibo II, me dije. Si escribe así cuando historiza, ¿qué no será capaz de hacer narrando ficción criminal?

Seis años después de haber leído la frase No hay lectura inocente, conocí a Paco. Había venido a Buenos Aires para presentar uno de sus libros y lo entrevistamos para un fanzine literario  que hacíamos con mis amigos Juan Mattio y Anita Marchesano. Bajó del avión al mediodía y, al ratito nomás, Paco Taibo II nos recibió un largo par de horas. 

Peter Pan nos cuida los sueños, colegas, nos dijo Paco Taibo II esa tarde

 A la admiración por el escritor —el constante aprendizaje de su trabajo, el asombro renovado ante su imaginación afiebrada— se sumó la admiración por el hombre, por su amor por la palabra escrita, por su compromiso total con la literatura como máquina utópica. 

Volví a ver a Paco Taibo II en 2012, en la Semana Negra de Gijón, el último año que la dirigió. Yo fui invitado para presentar mi novela Que de lejos parecen moscas. A partir de ahí, como en sus novelas, todo es vértigo. En 2014 volvimos a coincidir en Buenos Aires. Al año siguiente fue mi primera visita a México, a donde volví seguido estos últimos años. Desde entonces viví la alegría de que Paco Taibo II leyera originales de textos míos antes de ser publicados, de que me mostrara galeras de los suyos, de que me invitara a desayunar a la casa de su madre y de verlo jugar con mi hija de nueve años. La suerte de que tengamos charlas —y algunas discusiones— y en cada una aprender cosas de su inteligencia, su generosidad, su terca lucidez. 

A la admiración por el escritor, se sumó la admiración por el hombre, por su amor por la palabra escrita, por su compromiso total con la literatura como máquina utópica. 

Las bibliotecas de mi casa están, en la medida de lo posible, ordenadas alfabéticamente, con una única excepción. En el estante central de la que está a mis espaldas mientras escribo, están los libros de Paco Taibo II, la colección más grande que hay de su trabajo en la Argentina y una de las más completas en general. A un costado, una foto que nos sacaron en Acapulco en la que sonreímos juntos. 

Les cuento esto porque me enteré de que, hace muy poco, durante el 2020, en plena pandemia, Joaquín Mortiz reeditó nueve de los tantos libros de Paco Taibo II. Pensé entonces, en volver a leerlos todos juntos. Y además, la editorial Planeta, publicó también su última novela: Sabemos que vamos a morir, donde el héroe Mordejái Anilevich dio la batalla de su vida contra las tropas nazis que controlaban el gueto en plena Varsovia, que todavía no tuve la felicidad de poder leer. 

Voy a sumar las reediciones y este libro nuevo a mi biblioteca, en ese estante dedicado a él, junto a la foto en la que sonreímos, para que desde ahí miren sobre mi hombro mientras intento escribir con precisión, pericia y pasión.  

Porque, como Peter Pan, Paco Taibo II me cuida los sueños. 

Y porque, lo aprendí hace mucho, no hay lectura inocente. 

Kike Ferrari

En el año 2020 se reeditaron nueve títulos de Ignacio Paco Taibo: Sombra de la sombra, Cuatro manos, Retornamos como sombras, La bicicleta de Leonardo, La vida misma, Amorosos fantasmas, Sueños de frontera, Desvanecidos difuntos y Adiós, Madrid, enriqueciendo ampliamente el catálogo de la editorial Joaquín Mortiz. Y la Editorial Planeta editó su última novela: Sabemos que vamos a morir.

Serie Belascoarán, de Paco Taibo II

Picture of Paco Taibo II

Paco Taibo II

Incansable activista social, historiador y autor de las biografías de Pancho Villa, Tony Guiteras y de la más leída sobre el Che, así como de más de 70 obras en distintos géneros literarios publicadas en 28 países. Algunos de sus libros han sido mencionados entre los «libros del año» por The New York Times, Le Monde y Los Angeles Times. Ha merecido tres veces el Premio Internacional Dashiell Hammett a la mejor novela policiaca, el premio francés 813 a la mejor novela negra extanjera publicada en Francia, el premio Bancarella en Italia al libro del año y el Premio Nacional de Historia INAH. Es el creador de la nueva novela negra en español con la serie protagonizada por Héctor Belascoarán.

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