La vida sucede leyendo; la crianza, el amor, la educación. ¿Por qué no la paternidad? Por eso, regalar un libro el Día del Padre es una lógica sin falla , y si es de Booket, mucho mejor (se lo puede llevar a todos lados). Es perfecto: hay librerías al alcance de todos, genera intercambio de ideas, nuevos temas de conversación en la mesa, es una forma de vincularse por el lado pensante del día a día y, al mismo tiempo, un lazo fuerte con encanto y mística. 

Pero en el sentido práctico, ¿por qué regalarle a papá un libro y no otra cosa, como el jersey de su equipo favorito? A continuación te decimos. 

Una playera de futbol: es la primera opción que llega a la mente de cualquiera, pero sin duda una decisión trillada y poco arriesgada. 

Unos tenis: si no tiene su colección exhibida en el clóset… mejor no. 

Un automóvil cero kilómetros: a tu padre le encantaría, pero no puedes pagarlo. 

Un salto en paracaídas: posiblemente tu padre preferiría estar leyendo. 

La membresía de un gimnasio: gran idea, es un excelente regalo para ayudarlo a mantenerse en forma, pero bien podrías complementarla con un libro que le cambie la perspectiva sobre el deporte, y en caso de que ya practique alguno, nuestra recomendación es De qué hablo cuando hablo de correr (Maxi Tusquets), de Haruki Murakami; prueba de que lo deportivo está asociado a la creatividad, al buen vivir, al cambio de actitudes en la vida, la historia detrás de este ensayo es que el autor dejó de regentar un club de jazz para volcarse a una actividad distinta, el deporte hoy conocido como running, desde lo filosófico y trascendental, pero también con lo competitivo a cuestas. Murakami sabía —como la mayoría de los runners— que no ganaría un maratón, pero la competencia era contra sí mismo, contra el tiempo. Entre correr y respirar, explica que el proceso creativo está asociado a la mejoría física del cuerpo y los resultados son sorprendentes. Un libro íntimo que parece escrito personalmente para cada lector, porque Murakami explica desde lo humano por qué salir a trotar o caminar con el viento fresco en el rostro.  

Una cena: siempre hay mucha gente, y todos debemos pensar en la salud más pronto que tarde. 

Una bata de baño: otra bata de baño. 

Un viaje a Marte: un regalo complicado, pero por suerte Ray Bradbury escribió Crónicas marcianas (Austral), un libro que se adelantó al futuro con esa ciencia ficción post segunda guerra mundial, y que en sus cuentos describe la llegada de la humanidad al Planeta Rojo escapando de una Tierra devastada. Claro que no es solo una obra de aventuras: el genio de Bradbury nos envuelve en un viaje argumental acerca de las esperanzas y temores humanos más profundos. Además de ser atrapante, esta edición de Minotauro tiene una joya extra: un prólogo escrito por Jorge Luis Borges como puerta al paraíso marciano. No hay manera de quedar mal con papá. 

Una sesión de espiritismo: ¿en serio? ¿Recuerdas que tu papá se encargó de explicarte que los fantasmas no existen, a pesar de lo que diga el cine de terror? 

Una sesión de reiki: mmm, tal vez, pero… 

Una clase de historia española: ¿Por qué le regalarías eso a tu padre? Pero bueno, sobre gustos… Aunque, pensándolo bien, hay muchas maneras de aprender sobre ciertos momentos de España; por ejemplo, Fernando Aramburu escribió una gran novela, uno de esos libros destinados al canon de la cultura antibélica y que le valió siete premios de alto calibre, entre ellos el Strega y el Umbral a la mejor novela del año en Europa: Patria. Este thriller logra poner al lector en ambos bandos del conflicto vasco, haciendo que la lectura sea intempestiva; con la intriga trabajada de manera quirúrgica, revela de a poco los pormenores de las familias involucradas en un devenir de sucesos inesperados. Tu papá quedará encantado, te lo podemos asegurar. 

Una planta: claro, de pronto quieres que tu padre se vuelque a la botánica. 

Un gatito: que tú ames a los gatos no significa que tu padre lo haga. 

Un nieto o una nieta: híjole, pensar en un ser humano como regalo no está nada bien, y un nieto o una nieta no es algo que se pueda conseguir de un día para otro. Pero ya que estamos en esa extraña frecuencia, hay una novela del escritor griego Petros Márkaris, La hora de los hipócritas (Maxi Tusquets): aquí el excelso protagonista de los policiales de este autor, el comisario Kostas Jaritos, justo cuando pensaba tomarse un año sabático debido al próximo nacimiento de su nieto, se entera de la aparición de un cuerpo inerte; no es cualquier caso, sino uno que requerirá de toda la astucia y dedicación de experto del buen Kostas. A partir de ahí tenemos dos tramas, la de un supuesto grupo de terroristas que salen a matar como justicieros, siguiendo la voz de un pueblo enojado con la casta política por el mal manejo que hicieron del país, y otra sobre la vida personal del comisario, enojado porque a su nieto no le pusieron su nombre (como es la costumbre en Grecia y algunos otros países) y sí el que reivindica el clan revolucionario. En lo que semeja casi una oda a los sucesos contemporáneos que generan tal sensación de hipocresía en el pueblo, el grupo de ejecutores decide eliminar a ciertas personalidades y así descargar el coraje de que el mundo los ha borrado del mapa… Narrado en primera persona de manera clara, directa y sencilla, este es otro de los libros perfectos para regalarle a papá. 

Un arma: pero en qué estás pensando, eso no es un regalo. Estamos en contra de las armas. 

Una novela con muchas armas: esto está mejor, pero… 

Un detective privado: es un lindo regalo, indiscutiblemente; por ejemplo Kurt Wallander, el detective al que dio vida Henning Mankell. En la novela Asesino sin rostro (Maxi Tusquets), Wallander aparece por primera vez en un caso que revolucionó la literatura nórdica y es la punta de lanza de una serie con más de 10 títulos con él como protagonista.  

Un viaje: es una excelente idea, y más si te puede salir gratis con #ViajaConBooket, la promoción que sortea un viaje para dos personas a una ciudad de Latinoamérica con todos los gastos pagados al adquirir, justamente, libros de los sellos Booket, Austral y Maxi Tusquets. 

No hay forma de equivocarse. Además, esos libros que le regalarás a papá se pueden convertir ¡en un viaje! Míralo como un ganar-ganar: te puede prestar el libro después, y al viaje seguro que te lleva.