Sin duda alguna, Milan Kundera es uno de los mejores narradores del siglo pasado. Sus historias lo demuestran: nadie sale entero de sus libros y ninguno de ellos es una lectura pasajera. Kundera se atreve a ahondar en lo sensitivo de manera directa pero no cruel, con una delicadeza, y al mismo tiempo contundencia, que solamente podría lograr una persona con formación multidisciplinaria.
Nacido en la antigua Checoslovaquia, el 1º de abril de 1929, Kundera no solo es escritor; también estudió música y cine. Quizá por eso orquesta también a sus personajes y a las tramas que entrelaza en sus escritos, provocando todo tipo de reacciones y emociones entre sus lectores.
Uno de los principales atributos de Kundera radica en que, por medio de la narración de particularidades, de abordar la vida cotidiana de los personajes, genera un angustiante devenir en contextos históricos plagados de tragedia. Su narrativa viaja desde lo pequeño para iluminar el universo. La literatura en su punto máximo de creación. El detalle está puesto en pro de la obra y no la obra en pro del detalle.
Leer a este autor es toda una experiencia sensorial. Títulos como La insoportable levedad del ser y El libro de los amores ridículos son ejemplo de ello, así como los que te presentamos a continuación. Estos son algunos de los libros más leídos de Kundera y también los que más nos trastocaron y provocaron emociones radicales: risa, enojo, llanto. Y eso está bien, porque todo es culpa de Kundera.
El libro de la risa y el olvido
Siete capítulos, valga la contradicción respecto del título de la obra, inolvidables. Pequeñas historias que marcan la vida de una Praga capturada, donde todo puede ocurrir: un trío sexual con la proposición justa, que debe venir de ella y no de él para evitar el escándalo íntimo; el préstamo de un sombrero de piel a un jerarca checo, que desencadena una serie de acontecimientos trágicos, desde el ajusticiamiento por traición hasta el ser borrado de una foto; y la reflexión de que en los primeros días del amor no conviene firmar acuerdos o establecer pactos que no se podrán mantener a lo largo del tiempo. Solo para dar un ejemplo.
Historias entrelazadas con la política Checa, que también es la política mundial. Queda claro que todo es político en la narrativa de Kundera: persecuciones, éxodos, la risa y la resistencia al olvido, la única manera de mantener la memoria intacta. Por eso este título ha provocado una gran ola de lectores, convirtiéndose en uno de los más leídos de Kundera.
La Segunda Guerra Mundial como marco de la historia del mediocre aspirante a poeta Jaromil, quien por momentos encarna el rol de villano y por otros el de héroe. Su ego es tan gigante como lo errático de sus textos.
La novela está dividida en partes muy diferentes unas de otras. La estructura es atemorizante, el escritor juega con el lector tanto como con su poeta ficticio y los recursos abundan: narración continua, onírica, discontinua y polifónica. La vida está en otra parte es una novela para leer con calma y concentración, esperando lo imposible.
La fiesta de la insignificancia
En el límite entre la novela y el ensayo, La fiesta de la insignificancia, publicada originalmente en francés, se centra en la crítica a los políticos, al comunismo y a todos los totalitarismos. Para Kundera la sociedad es absurda y la critica a través de un homenaje al surrealismo. La novela carece de trama o argumento. Devienen las historias aleatorias de cuatro amigos en una fiesta. La salvación para enfrentar al mundo está en el humor y el erotismo: únicos amparos del ser humano ante la farsante sociedad moderna.
Kundera en una de sus versiones más kunderianas. Lejos de una estructura lineal y más cerca de los personajes y sus anecdotarios, la novela adquiere sentido en el deseo de trascendencia del ser humano a través del recuerdo o de una obra. Un pesimismo que tiñe todo lo asociado a la vida, donde nadie puede escapar de sus propias trampas, convierte a La inmortalidad en una febril manera de sentirnos en busca de la vida eterna.
Sin embargo, a pesar de esta supuesta oscuridad, La inmortalidad es un libro cargado de belleza, colmado de reflexiones sobre las temáticas que nos unen y nos dispersan: amor, sexo, azar y muerte. Es así que la búsqueda de la perpetuidad está en el centro de la trama. Lo que quedará para siempre serán nuestras obras.
La identidad podría ser tomada como una segunda parte de La insoportable levedad del ser no porque la trama de esta última obra se extienda, sino porque retoma la intrigante idea de la pasión y el sufrimiento amoroso, mostrando de manera sutil las relaciones entre dos seres sencillos y reales. Lo difícil del amor son los pormenores, hacer feliz a quien se ama.
En esta novela, uno de los libros más leídos de Kundera, Chantal y Jean-Marc pasan por esas crisis que ocurren cuando todo es perfecto, porque aun en la perfección tiene lugar la duda. Jean-Marc, para levantar la moral de su pareja, juega a escribirle cartas de amor como si se tratara de un desconocido. Pero el juego erótico se convierte en desconfianza. De ahí en más, el escritor checo juega con nosotros, los lectores, como con sus personajes, arremete con carencias de significado. Sobrevienen preguntas: ¿qué identidad es la real, la que percibimos, la que percibe la pareja, el mundo? ¿La ensoñación? La respuesta, como siempre, está en la lectura.