En Sucede Leyendo siempre celebramos a los libros, pero este Día Mundial del Libro preparamos algo muy particular: indagamos por cada tomo de nuestra librería para encontrar unos especímenes que fascinarán a todos los fanáticos de la literatura, una selección muy meticulosa de libros que hablan sobre libros.
Para millones de lectores los libros son protagonistas en su vida, pero ¿qué sucede cuando son ellos los personajes principales de la historia, o cobran cierta relevancia en la trama que describen? Hemos traído a este apartado libros sobre libros y autores, libros sobre leer; todo el entorno que celebramos cada 23 de abril. Estamos seguros de que estas recomendaciones no dejarán indiferente a ningún lector.
La sombra del viento de Carlos Ruiz Zafón
Un cementerio de los libros olvidados es, para muchos, un lugar que solo podía concebirse dentro de un libro; Carlos Ruiz Zafón lo creó para sustentar los volúmenes de su tetralogía, la cual inicia con La sombra del viento. En esta primera entrega nos presenta a Daniel Sempere, quien es llevado por su padre a visitar este cementerio. Es ahí donde elige un libro que lleva por nombre La sombra del viento y fue escrito por Julián Carax. En estas páginas conoceremos la historia de Carax y de otros personajes entrañables, como Fermín Romero de Torres, y tan despreciables como el comandante Fumero, a quienes seguimos a lo largo de la tetralogía.
Daniel Sempere es un ávido lector con el que muchos nos identificamos: ¿cuántos de nosotros no hemos investigado al autor de nuestro libro favorito? Empezamos a buscar qué otras historias ha escrito, qué ha sido de él, recomendamos sus obras hasta el cansancio, atesoramos cada ejemplar hasta el punto de no querer prestarlos jamás… aunque, en ocasiones, sucumbamos al ser amado y le obsequiemos alguno, el más especial. Daniel hace esto y mucho más; tanto, que arriesga lo más valioso, su vida, porque ese libro, esa historia y su autor lo merecen.
La sombra del viento es un homenaje al libro, a los escritores y a los lectores que mantienen viva a la literatura generación tras generación. Un título perfecto para abrir este Día Mundial del Libro.
Fahrenheit 451 de Ray Bradbury
Ray Bradbury imaginó un mundo sin libros. ¿Cómo borrarlos de la historia de la humanidad? Este icónico escritor lo vislumbra como un acto simple: extinguiendo cada rastro de ellos hasta el punto de convertir el poseerlos en un delito penado con la muerte. En este mundo los bomberos provocan incendios usando como combustible los libros que pueden incitar un cambio en la mentalidad de la sociedad. Los libros son un riesgo y deben desaparecer junto con sus propietarios.
En este contexto, Guy Montag es un bombero que, como marca la ley, debe quemarlos; pero ante lo prohibido la curiosidad se expande. En cada incendio en que se encuentra rescata algunos e intenta descifrar por qué estos objetos son tan peligrosos para el régimen de esta distopía.
Ante los hechos y personajes que se cruzan en su camino, Montag comprende que los libros no harán más que liberar a la sociedad de la dictadura a la que está sometida. Fahrenheit 451 es así una gran herramienta para comprender el poder de los libros y su contenido, que una vez que llega a los ojos y la memoria de los lectores, no hay fuego que los alcance.
Un viejo que leía novelas de amor de Luis Sepúlveda
Cuando Antonio José Bolívar Proaño descubre que sabe leer, se le abren las puertas. En la profundidad de la región amazónica, las novelas de amor le mostrarán que el mundo es más grande de lo que cree, y que lo podrá conocer si continúa leyendo.
Luis Sepúlveda le da a Antonio imaginación y sabiduría sin límites: aun cuando es difícil conseguir libros, estos siempre llegarán a sus manos. La selva de Antonio es cruel, el humano y su huella han hecho de ella un ecosistema donde solo quien respeta a sus habitantes sobrevivirá, y quien desea aprender de ella obtendrá recompensas sabiendo que, ante todo, el equilibrio es fundamental. Antonio encontrará en la selva y en sus novelas de amor su razón de vivir.
El libro de las ilusiones de Paul Auster
David Zimmer está al borde del abismo, pero un libro logrará salvarlo: Héctor Mann, actor del cine silente, logra robarle una carcajada mientras se encuentra en su peor momento tras la pérdida de su familia. En medio de su pena, Mann desaparece misteriosamente, y al parecer es lo que David necesita para volver a la vida con el objetivo de encontrar la magia en la historia de Mann.
Por medio de David Zimmer Paul Auster relata cómo se crea un libro, desde la investigación, el cuerpo, su mensaje, el contexto, sus consecuencias y su lugar en la literatura. En este ejercicio el lector acompaña al protagonista a resolver el misterio de la identidad de Mann y es un libro el que une a estos personajes.
El suspenso atrapa al lector y lo lleva por un camino de espejismos y realidades, hechos y sueños que, gracias al estilo narrativo de Paul Auster, nos instala en un mundo lleno de ilusiones.
Definitivamente, David Zimmer tiene muchas razones para celebrar este Día Mundial del Libro.
De qué hablo cuando hablo de escribir de Haruki Murakami
¿Quieres publicar un libro? Haruki Murakami dedica un libro entero a resolver las preguntas que los lectores le formulan para iniciarse en el noble oficio de la escritura. Pero no solo se trata de redactar, Murakami habla de los libros como objetos de creación individual; se escribe sobre lo que se sabe, se reconoce y atesora, y para este fin es necesario leer… mucho.
No solo descubrimos la metodología de Murakami para la creación de sus obras, también nos comparte sus reflexiones sobre el rol de un escritor en el mundo literario, los premios, por qué, para qué y para quién se escribe, reflexiones importantes en este Día Mundial del Libro.
Un tema que preocupa a las nuevas plumas es la búsqueda de dicha autenticidad y sobre esto también habla el autor. Murakami deja a un lado las definiciones de rigor e invita a crear una significación a partir de ejemplos que empiezan en la cotidianidad y finalizan cuando, en medio de ese día a día, hallamos el asombro. La originalidad se crea, se transforma y se trabaja con el paso del tiempo y la práctica.
Asediado por el Premio Nobel de Literatura, que año con año lo coloca en las listas de apuestas como el eterno favorito que nunca gana, Murakami es muy claro al decirnos que no es el premio, es la obra. Ganar de manera prematura por textos, a criterio del autor, inmaduros, lo hubiese llevado por un camino de sombras, presiones, bloqueo y una constante necesidad de superar la originalidad de una obra con otra. A esto sumemos el juicio del medio editorial: “¿por qué Murakami no ganó (escribe aquí el premio de tu preferencia)”?
Con premios o no, sus obras llegarán a los libreros de sus lectores más fieles y cautivarán a quienes se adentren en sus universos.
¿Qué te parece nuestra baraja para este Día Mundial del Libro? Creemos que los disfrutarás todos y terminarás deseando lo mismo que nosotros: ¡larga vida a los libros, escritores y lectores!