La tentación de que perdure la memoria

La tentación de que perdure la memoria

¿Qué lleva a un autor a escribir sobre un tema en particular? ¿Qué ocurre dentro de la cabeza del narrador cuando la creatividad se posa en las circunstancias que rodean un dolor colectivo? Una gran manera de dar respuesta a esta inquietud es pensar en Almudena Grandes y sus Episodios de una guerra interminable, serie de novelas sobre la Guerra Civil Española y los años oscuros de la dictadura franquista.  

En ese marco de crueldad humana, cuando lo más triste que puede ocurrir en una sociedad se hace realidad, Almudena Grandes desarrolló su mejor literatura. La escritora española colocó una vastedad de posibilidades narrativas en pro de la memoria. La prosa galdosiana deja en claro su conocimiento histórico, y la aseveración kunderiana de que todo es político, que hasta el acto más minúsculo de un personaje puede ser motivo de persecución y barbarie, que estamos cruzados por las atrocidades de unos pocos que toman decisiones pasando encima de la gente más sencilla, y que, la mayoría de las veces, aquellas decisiones son equivocadas.   

La forma tan sincera y dulce de narrar contrasta con el infortunio de las historias. Leer a Almudena Grandes deja un constante sabor agridulce, duele la historia, enamora su pluma.  

La serie que Almudena Grandes forjó cuenta con cinco novelas inolvidables: Inés y la alegría, El lector de Julio Verne, Las tres bodas de Manolita y Los pacientes del doctor García. La madre de Frankenstein es la última de ese ciclo que, por su fallecimiento en 2021, para tristeza de todos sus lectores y de la literatura misma, quedó inacabada. Cada obra de la serie cuenta con una trama diferente, pero sin perder un núcleo claro y conciso: la visión de una España oscura, sin un porvenir aparente, con una doctrina de Estado que apesadumbra a los ciudadanos. 

  La madre de Frankenstein mantiene la narrativa sutil y brillante de Almudena Grandes, y la forma tan sincera y dulce de narrar, que contrasta con el infortunio de las historias. Leer la obra de Grandes deja un constante sabor agridulce, duele la historia, enamora su pluma.  

Así como en las obras anteriores, la elección de Almudena Grandes sobre cada escenario es siempre lograda: el Pirineo leridano, un cuartel de la Guardia Civil en la provincia de Jaén, entre otros. En el caso de La madre de Frankenstein se trata del Sagrado Corazón del manicomio de Ciempozuelos, el pabellón femenino, donde se desarrolla la vida de tres personajes centrales: la parricida Aurora Rodríguez Carballeira (una figura de la vida real que asesinó a su hija de 18 años), la asistente María Castejón y el doctor Germán Velázquez.  

El que se oponía, el que levantaba la voz, estaba loco,  y si se trataba de mujeres, era peor aún. 

Y como la novela ronda la locura constante, hay que destacar que, en aquellos años de dictadura, muchas de las enfermedades mentales diagnosticadas eran directamente sugeridas por el régimen franquista. Constituían trastornos políticos: el que se oponía, el que levantaba la voz, estaba loco, y si se trataba de mujeres, era peor aún.  

“La enfermedad mental es la peor cárcel que existe. Es una cárcel que encierra hacia dentro, que atrapa a una persona y no la suelta jamás, y le arrebata todo lo que tiene, y la hace odiosa para su familia, para las personas que la quieren”. 

La madre de Frankenstein es, sin duda, la obra más perfecta de la serie, un relato punzante y luminoso sobre una sociedad clasista y vetusta, dominada por una Iglesia católica, dura por fuera y por dentro, e intransigente.  

Sin ánimos de extendernos sobre la trama de La madre de Frankenstein, solo queremos agregar que son muy interesantes los últimos capítulos de la novela, en los que Almudena Grandes expone el germen de la obra y cuenta cómo desarrolló a los personajes, expone el entramado desde adentro, con la descripción de hechos reales casi determinantes en la creación. Un cierre poderoso para una obra que quedó con el sabor triste de un final inesperado. 

La madre de Frankenstein, de Almudena Grandes

Almudena Grandes

Almudena Grandes

Madrid, España, 7 de mayo de 1960 Madrid, España, 27 de noviembre de 2021 Se dio a conocer en 1989 con Las edades de Lulú, XI Premio La Sonrisa Vertical. Desde entonces el aplauso de los lectores y de la crítica no ha dejado de acompañarla. Sus novelas Te llamaré Viernes, Malena es un nombre de tango, Atlas de geografía humana, Los aires difíciles, Castillos de cartón y El corazón helado, junto con los volúmenes de cuentos Modelos de mujer y Estaciones de paso, la han convertido en uno de los nombres más consolidados y de mayor proyección internacional de la literatura española contemporánea. Varias de sus obras han sido llevadas al cine, y han merecido, entre otros, el Premio de la Fundación Lara, el Premio de los Libreros de Madrid y el de los de Sevilla, el Rapallo Carige y el Prix Méditerranée. Su novela más reciente, Inés y la alegría, ha merecido el Premio de la Crítica de Madrid, el Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska y el Premio Sor Juana Inés de la Cruz. Con ella inauguraba la serie Episodios de una Guerra Interminable, cuya segunda entrega es El lector de Julio Verne.

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