Este 2023, el escritor y poeta aragonés Manuel Vilas (Barbastro, 1962) llegó a tierras mexicanas y participó en el festival cultural y de ideas Hay Festival de Querétaro para presentar su galardonada novela Nosotros. En un mundo capitalista que puede parecer frívolo o superficial, Vilas sigue insistiendo en escribir sobre el amor. En una entrevista concedida para el festival, señaló que de la condición de ser humano nace “Ese instinto esa necesidad básica del ser humano de amar y ser amado, sin lo cual la vida no se completa […]. Yo he visto cómo los seres humanos pueden alcanzar muchísimos éxitos en la vida, pero si no consiguen amar y ser amados se produce sensación de insatisfacción y de vacío”.
Y así, fiel a sus palabras, fue como ocurrió. Su novela Ordesa (2018) alcanzó un rotundo éxito; más de cien mil ejemplares vendidos, catorce ediciones y traducciones a muchos idiomas de un crónica íntima autoficcional —aunque el autor optó por indicar que se trataba de una autobiografía— (el narrador-personaje se llama igual que el autor; es decir, se cumple lo que Philippe Lejeune indica como pacto autobiográfico), desgarradora y autocompasiva, dirigida a su madre y padre (quien es el protagonista), donde busca canalizar el dolor o redimirse de un pecado.
En un mundo capitalista que puede parecer frívolo o superficial, Manuel Vilas sigue insistiendo en escribir sobre el amor.
Alegría, finalista del Premio Planeta 2019, pareciera ser no una secuela, pero sí una continuación o ampliación de la novela que le dio renombre: “A primeros del año de 2018 publiqué una novela, una novela que era el relato de la historia de mi vida, ese libro se convirtió en un abismo. Dentro de ese libro habitaba la historia de mi familia”. Así, en un gesto parecido a la película Dolor y gloria (2019) de Pedro Almodóvar, Vilas narra una especie de crisis existencial autoral, nuevamente desde lo autobiográfico o el diario confesional, a modo de pastiche, mosaico, anecdotario de recuerdos, pensamientos y reflexiones que quedaron en el tintero luego del éxito de Ordesa: presentaciones, coloquios, conferencias, gira mundial, divorcio, hijos como anclaje y un escritor que dialoga con los lectores, pero añora replegarse en la soledad. Alegría narra las estadías de un trotamundos, pero los padres y España son esa identidad que lo motivan a regresar. La existencia y la condición humana para Vilas son una paradoja: si en Ordesa se inaugura una “saga familiar”, en Alegría se amplía la familia a su exmujer, su pareja actual, Mo, su tío Alberto, sus amigos, su hijo Valdi, y se muestra que en esos momentos simples, sensibles y metafísicos (que por otro lado el capitalismo quita; por eso hay que tenderle trampas) está la alegría… y un futuro luminoso, promisorio, aún por venir.
En Los besos, Manuel Vilas retoma la novela de amor romántico, con tinte y referencias quijotescas explícitas y nostálgicas sobre el amor irreal e ideal, sin perder lo irónico, para narrar las peripecias —en 2020 con el estallido de la pandemia— de Salvador, un profesor de cincuenta y ocho años que acaba de jubilarse y que admite: “Me asustan los fallos de mi memoria”. Salvador elige pasar el aislamiento en una cabaña alejada en el pueblo de Sotopeña, de las sierras de Madrid. Allí se enamora de Montserrat o Altidisora, como luego la llamará por pedido de Don Quijote en sueño (la referencia al texto de Cervantes se hace presente en la historia), la tendera de la única tienda del pueblo, quince años menor que él. Así, Vilas plantea una relación erótica en la que al protagonista le atormentará el pasado de su amante (en particular, el vínculo con su hijo, que vive en Alemania). Los besos presenta un modo de retratar la belleza, sin soslayar por eso a la policía, los políticos y el contexto epidemiológico, que si bien en un principio parece limitarse “a guardar la distancia protocolaria y a ajustarse la mascarilla […]” en un panorama desalentador, luego se transforma gracias a “la salvaje belleza de Montserrat [que] ha inundado el mundo de esperanza”.
Nosotros, ganadora del Premio Nodal de Novela 2023, es “una novela de amor”, según el propio Manuel Vilas la define, y narra la historia de Irene, una mujer de cincuenta años que sufre la pérdida de un ser querido por cáncer (“su Marce”). Pero ¿cómo salir del cliché de escribir sobre el amor? Vilas, a través de su protagonista, inscribe de forma melodramática las peripecias, las ensoñaciones, las preguntas, las zozobras, los sentimientos sin nombre del duelo de Irene, quien no concibe que ha perdido a “Marce, su amor” y así emprende una lucha contra el tiempo, la naturaleza y “el avance de la destrucción del cuerpo”; en definitiva, contra la muerte. Así, Nosotros acompaña a la viuda, quien desplaza su yo para construir con una dosis de golpes de realidad, pero también con fantasía, pasión, delirio, imaginación y ficción, un nosotros para recorrer junto a su amado la costa mediterránea, Italia y España. Dato de color: el bolero Nosotros, citado en el epígrafe, tiene un significado especial para el autor, porque era el favorito de sus padres.
¿Cómo salir del cliché de escribir sobre el amor?
Manuel Vilas y su pluma son detectives de la condición humana: “Hay un montón de misterios en la vida de los seres humanos y yo como escritor una de mis obsesiones es intentar captar esos grandes misterios que ocurren en la vida”. El pronombre de segunda persona del plural nosotros se revela como la “palabra fetiche” de cualquier existencia en la que se ama y se es amado. Lejos de sonar trillado, en Alegría, Los besos y Nosotros el amor se retrata como una de las experiencias más abarcadoras, devastadoras, terribles, de la que se puede salir adelante con un conocimiento ampliado de la vida para encontrar, incluso en el dolor, un punto de hermosura, de alegría, y una forma de belleza, o bien, de literatura.