Las escasas obras de fantasía dirigidas a adultos en ocasiones suelen ser abstractas y difíciles de clasificar; sin embargo, la extraordinaria El niño del gallo negro no entra en esa categoría y con ella Stefanie vor Schulte logra transportamos a una época oscura y un territorio difícil poblado por gente egoísta que da por hecho que solo se puede sobrevivir en vez de vivir.
El protagonista de esta historia es Martin, un chico de 11 años que nos lleva a un viaje lleno de hechos enigmáticos que constituyen los temas de cada episodio; la autora los aprovecha no solo para mostrarnos la situación y el ambiente, sino también para destacar la valentía, inteligencia y nobleza de nuestro pequeño héroe.
Perseguido por la desgracia desde la más tierna edad —quedó huérfano a los tres años—, Martin se ve en la necesidad de apoyarse en su imaginación para enfrentar al mundo, y de ella obtiene el coraje para seguir; su fiel compañero tanto en la realidad como en los sueños es un gallo negro que le habla y lo ayuda mientras él lo aloja bajo su grueso abrigo. Su rostro, descrito como inocente y de mirada angelical, se ve perturbado por las realidades sociales que debe enfrentar, pero su visión carece de prejuicio, lo que le permite llenar de luz los recovecos más profundos y oscuros, y así logra descifrar el mensaje oculto en cada uno de los escenarios que atraviesa.
Los personajes que se unen a la línea narrativa representan el pasado, el presente y quizás el futuro mismo de la condición humana; vor Schulte aprovecha el contexto en que los sitúa—el folclore de la Europa medieval— para llevarlos al límite y sacar lo peor de ellos. Sin duda la elección de ese tiempo obedece a que la sociedad de entonces vivía en las condiciones más duras, como el hambre, la guerra, la persecución y el repudio.
En un estilo que recuerda al de los cuentos de los Hermanos Grimm o Andersen, la narración nos hace sentir la debilidad, el miedo, la crueldad, el desamparo, la tragedia y el horror mezclados con la esperanza, el anhelo, la humildad, la amistad y la valentía. En esta fábula surrealista que homenajea a la literatura infantil universal, el atípico héroe, en armonía con los animales y la naturaleza, nos recuerda que en la mente de un niño no cabe la malicia, y en cambio residen en ella la persistencia y la tenacidad de continuar andando hasta encontrar la luz.
Stefanie vor Shulte recibió por esta, su ópera prima, el Premio Mara Cassens 2021, el máximo reconocimiento para novelas debutantes en lengua alemana. El jurado declaró lo siguiente:
“En un lenguaje claro y visual, la autora fusiona pasado y presente sin perderse en cuestiones políticas coyunturales. Al desdibujar las líneas de la realidad y la ficción y al agregar elementos surrealistas, vor Schulte teje una historia mágica, casi distópica. Con un gran don para el lenguaje, describe las experiencias crueles y tiernas de los protagonistas, que consternan y deleitan a los lectores en igual medida. Por medio de hábiles mutaciones, vor Schulte atrae al lector del horror en blanco al presente, hechizando así a sus lectores. El niño del gallo negro es una historia fascinante, apasionante y llena de fuerza poética, que crea imágenes en un lenguaje reducido a su esencia. Esto convierte al libro en la mejor novela debut del año”.
Para cualquier lector este libro debería resultar equivalente al gallo negro que siempre carga Martin, una especie de animal spirit, porque El niño del gallo negro se siente como un golpecito en el hombro que te hace mirar hacia la luz en tiempos oscuros.