Un calor agobiante azota el mes de agosto de 1896, en El amor y la libertad, cuando Assunta Modotti da a luz a su tercera hija: Assunta Adelaide Luigia Modotti Mondini, más tarde conocida como Tina Modotti. Desde pequeña, en el seno de una familia italiana extremadamente pobre, Tina comienza a identificarse con el sector obrero, inspirada por los deseos de su padre, Giuseppe, quien sueña con abrir un taller mecánico.
Sin embargo, su deseo se topa con una exasperante miseria. Padre de cinco hijos, Giuseppe emigra hacia Austria y posteriormente a los Estados Unidos en busca de trabajo, mientras que, en el pequeño y marginado pueblo de Udine, Tina, con solo diez años, se pone al hombro la manutención de su familia con su trabajo de costurera en una fábrica textil.
Gérard de Cortanze nos hace sufrir en carne propia la precaria vida de esta familia italiana y su fuerte lucha. El amor y la libertad es un relato visceral de la vida de una artista, donde la palabra “libertad”, en un principio, resulta poco conveniente. A sus dieciséis años, Tina huye hacia San Francisco, Estados Unidos, para reencontrarse con su padre y con su hermana Mercedes. Sola, con apenas cien dólares en el bolsillo, su maleta y un sombrero fabricado por ella misma, parte hacia lo que creía “una vida mejor”.
El amor y la libertad es un relato visceral de la vida de una artista, donde la palabra “libertad”, en un principio, resulta poco conveniente.
Ya instalada con su familia en Little Italy, un barrio espejo de las ciudades de la Italia de 1913 donde se reúnen los exiliados de ese país, Tina consigue trabajo como costurera en una fábrica textil. Pero su exultante belleza cautivará a sus jefes, quienes le propondrán convertirla en actriz de teatro.
Las luces de los flashes cautivan gradualmente a esta joven, quien a su vez empieza a experimentar el amor de la mano de Roubaix de L’Abrie Richey, a quien conoceremos después como Robo, poeta y pintor francés que, años más tarde, se convertirá en su esposo. Robo representa para Tina todo lo que tiene que ver con la creación en la ciudad de San Francisco, considerada “la Meca de los Artistas”.
Sus primeros papeles en la industria teatral son secundarios. Tina se siente volar entre bastidores al tiempo que vive un amor de película con Robo. Sin embargo, la Primera Guerra Mundial toca la puerta de su tan ansiada libertad y, con ello, también a su familia, que escapa hacia los Estados Unidos de las metralletas y las granadas que arrasan Udine.
En 1917, siguiendo el hilo narrativo de El amor y la libertad, la familia Modotti se reúne en Little Italy después de ocho largos años de estar separada. Ernesto, el hermano mayor de Tina, se queda en Udine y muere a los veinticuatro años, en 1918.
Con una sobredosis de ambición, a Tina no le basta con protagonizar obras teatrales y, con la industria cinematográfica estadounidense en auge, decide mudarse a Hollywood con Robo para inmiscuirse en ese selecto mundo. En un principio, se da de bruces con una sociedad extremadamente misógina, en la cual le otorgan grandes papeles por su belleza, para satisfacer al público masculino, sin tener en cuenta su talento.
La vida matrimonial con Robo empieza a transitar una tediosa meseta, en la cual Tina ya no se siente plena. Frecuentando círculos de excéntricos artistas, Modotti se siente atraída inmediatamente por Edward Weston, un prestigioso fotógrafo estadounidense e íntimo amigo de Robo, quien se convertirá en su amante y, más tarde, en su mentor.
En un principio, Robo se muda a México, considerado a nivel mundial como un “país de artistas”, dejando a Tina en Estados Unidos. Más tarde, ella se reunirá con él, y allí comenzará su amor por la fotografía y su larga aventura con Edward. Fue modelo y musa de varios artistas hasta que, finalmente, decidió empezar a retratar la vida con su propio lente. Weston dejará a su mujer y a sus hijos en Estados Unidos para vivir de lleno un amor fulminante y el comienzo de un proyecto en común: un estudio fotográfico.
Tina conoce a destacadas personalidades del ambiente artístico, como Diego Rivera, Frida Kahlo, Ernest Hemingway y Pablo Neruda.
Tras la muerte de Robo por una fiebre violenta, Tina formaliza su relación con Weston. A los ojos de la sociedad de ese entonces, Modotti era una mujer promiscua y libertina, ya que no solo engañó a su marido, sino también –según se decía– a su nueva pareja, pues participaba en grandes orgías. Ella misma afirmó en una reunión social que “los hombres” eran su profesión. En eventos y reuniones de artistas, Tina conoce a destacadas personalidades del ambiente cultural, como Diego Rivera, Frida Kahlo, Ernest Hemingway y Pablo Neruda.
En El amor y la libertad abundan las fiestas, el alcohol y los excesos de la vida de Tina, cuyo entusiasmo empieza a caer en picada. Alejada de las cámaras y de los escenarios, solo le queda la fotografía, pero no se conforma con eso y resuelve dedicarse a la que era su gran vocación desde pequeña: la militancia política.
El amor y la libertad deja al descubierto los inicios de la lucha feminista y la lenta pero inexorable caída de los tabúes contra la mujer.
Tina da sus primeros pasos retratando a las clases obreras, capturando la esencia de las mujeres en empleos precarios e incesantes marchas. Algunas de sus fotografías empiezan a aparecer en los diarios de la época. El amor y la libertad se vuelca hacia una lucha social, el libro pierde lo banal y se transforma en profundidad y expansión de un mundo mejor, de una lucha profunda contra el fascismo.
El amor y la libertad deja al descubierto los inicios de la lucha feminista y la lenta pero inexorable caída de los tabúes contra la mujer, y revela cómo Tina Modotti, considerada un objeto de deseo por los hombres, se corre de ese lugar cosificado y toma las riendas de una histórica lucha política que perduraría a través de los años.